viernes, 12 de septiembre de 2014

Final inédita en la sub-23


Por Lemay Padrón Oliveros

¿Celebrará Artemisa?
Más que reservados los pronósticos para la final de la serie Nacional de béisbol sub-23 que comenzarán a disputar hoy las novenas de Artemisa y Camagüey.
Unas horas atrás pensaba que el favoritismo se inclinada hacia los occidentales, quienes pasearon la distancia en la fase final y sacaron el pie del acelerador luego de amarrar el boleto a la discusión del trono.
Luego de eso solo sumaron derrotas y fue necesario que la víspera efectuaran el partido pendiente contra sus vecinos de Mayabeque para definir si avanzaban como primeros o como segundos. El encuentro lo ganaron, y por eso las acciones arrancarán en suelo agramontino, pero sus rivales llegaban más inspirados.
Así y todo, pensé que los artemiseños tenían (ligeramente) las de ganar porque contaban con mayor cantidad de jugadores con experiencia en nuestros torneos elite, pero algo cambió en las últimas horas.
En declaraciones a la televisión nacional, el director técnico camagüeyano, Rolando Hernández, adelantó que su primer lanzador será Norge Luis Ruiz, quien se incorporaría al plantel para esta postemporada, y eso cambia las cosas.
Si los de la tierra del Mayor ya tenían un muy buen cuerpo de pitcheo, ahora se hace más sólido con la presencia del mejor talento de la pelota cubana si de serpentineros se trata.
Todo hace presagiar que esta final será de pitcheo, porque ambos planteles se basan en el poderío de su staff, y será el juego chiquito el que seguramente dictará la pauta.
Para los artemiseños será vital arrancarle un triunfo a sus contrarios de visitantes en el Cándido González, para cuando la serie vaya al 26 de julio no estén obligados a ganar los tres. Lo que debe ser una realidad es el apoyo de las tribunas, porque cada uno jugará en su casa, a diferencia de las etapas anteriores.
Los dos equipos han sumado buena parte de sus triunfos por la mínima, y aunque los occidentales derrotaron par de veces a los tinajoneros en la fase final (7-6 y 9-6), ahora será borrón y cuenta nueva, y con la nueva incorporación, estos últimos se convierten en contendientes de mayor peso.
Como de costumbre, el terreno dirá la última palabra, y allí se verá si el rejuego táctico de cada manager surte efecto o no. ¡Que gane el mejor!

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