jueves, 26 de junio de 2014

La garra charrúa no es mito

Por Lemay Padrón Oliveros

En este mundo convulso donde alguien patenta el agua tibia y se hace una celebridad que aprovecha durante toda la vida, llama la atención que algo tan hermoso e importante para todo un país como la garra charrúa sea más que un mito.
 El fútbol uruguayo está lleno de ejemplos, de sufrimiento en el terreno, y de recompensas al esfuerzo de todos, porque no son muchos los planteles que pueden blasonar hoy en día de un verdadero juego colectivo, en el cual no se supedita todo al talento de una o dos figuras.
 Uruguay las tiene, por supuesto, pero todos tiran del carro con el mismo ímpetu, y aunque jugadores tan importantes como Edinson Cavani no hayan todavía marcado en una jugada continuada, los charrúas lograron su pase a octavos de final.
 En el grupo de los campeones mundiales fueron los únicos con esa condición que lograron sobrevivir, yendo de menos a más, porque ganaron muy bien sus encuentros ante Inglaterra e Italia tras caer en el debut ante Costa Rica.
 El duelo con los italianos fue muy exigente físicamente para los suramericanos, y se vio en par de jugadas en las cuales se fueron al ataque con ventaja, pero con muy poca velocidad, y llegaba la marca de los europeos.
 Sin embargo, sacaron la casta gracias nada menos que a su gran capitán, autor de goles memorables esta temporada, válidos para el título liguero del Atlético de Madrid, su llegada a la final de la Liga de Campeones, y casi para su coronación en la Champions. Cuando el árbitro del encuentro dio cinco minutos de alargue me dije: no puede pasarle dos veces a Godín que su gol sirva de nada, y por suerte no fue así.
 Más corazón que fútbol, así fue Uruguay en este encuentro, con un Luis Suárez completamente exhausto luego del enorme esfuerzo realizado en el partido anterior y este, recién salido de una operación y muy falto de ritmo, pero en el deporte la cabeza muchas veces es más importante que las piernas.
 Con Italia ya son tres los representantes de las mejores Ligas del mundo que están fuera, junto a España e Inglaterra; quedan las menos glamorosas de Francia y Alemania, por cierto, bien sólidas hasta el momento.
 La garra charrúa demuestra que no es un mito y sobrevive contra todo; lástima que ahora tenga que cruzarse con Colombia y mi corazón se divida entre el jogo bonito de los cafeteros y el pundonor de los celestes.

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