sábado, 10 de mayo de 2014

Urquiola, ¿premiado o escrutado?


Por Lemay Padrón Oliveros

Fui uno de los grandes sorprendidos con el anuncio de que Alfonso Urquiola será el manager del equipo Cuba en el próximo tope contra Estados Unidos.
Por supuesto, no sorprendido porque no lo merezca; en estas mismas páginas he planteado más de una vez mi admiración por quien considero uno de los mejores directores de los últimos 20 años. Además, el título conquistado con Pinar del Río, al que pocos daban como favorito al trono antes de iniciarse las hostilidades salvo por su propia presencia en el timón de mando, es aval más que suficiente para pensar en él.
Sin embargo, esta nominación no sé bien si es un premio o una “papa caliente” que le han soltado a Urquiola para luego someterlo al escrutinio público.
Recordemos que el año pasado nuestro equipo nacional no fue capaz de ganar ni uno de los cinco encuentros celebrados en suelo norteamericano contra el equipo norteño, básicamente sub-23.
Ahora de entrada se le pone al mentor pinareño la camisa de fuerza de que lidiará en igualdad de condiciones con los estadounidenses, es decir, con un grupo formado en su gran mayoría con peloteros menores de 25 años, con perspectivas de integrar la escuadra cubana al Clásico Mundial de 2017.
Claro, peor que el pasado año no lo puede hacer, salvo que perdiera por nocaut todos los desafíos, lo cual considero lógicamente imposible, pero de cualquier manera esto me sabe a castigo, más que a premio.
De entrada, no se dijo si una buena actuación en este tope serviría para hacerse cargo con la selección absoluta, que hasta donde se ha declarado públicamente tiene dueño fijo hasta 2017, y este es Víctor Mesa.
Por tanto, no entiendo mucho este cambio. En definitiva, quien va a dirigir en el Clásico de 2017 es precisamente quien debe seleccionar sus talentos con perspectivas, e intentar ir compenetrándose con ellos en el tiempo que resta para el torneo, y no someterlos a otra disciplina y metodología para luego jugar de otra manera a la hora cero.
Urquiola tendrá, porque se lo ganó, el derecho a dirigir a la nómina cubana en la venidera Serie del Caribe, ¿o será que esto es precisamente para luego llevar al equipo nacional a la Serie, y por ende bajo las órdenes de Víctor Mesa? Mejor no pensar en eso, aunque la Comisión Nacional se pudo haber ahorrado las especulaciones con una respuesta clara a las interrogantes de la prensa.

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