martes, 8 de abril de 2014

…Y ganó el librito

Por Lemay Padrón Oliveros

Increíble, pero cierto. Estando 1-3 debajo, Pinar del Río remontó y eliminó a Industriales en la semifinal, en un séptimo juego en el que incluso tenía todas las de perder con un pitcheo muy diezmado.
 Curiosamente el juego donde supuestamente peor estaba el pitcheo para Pinar, fue en el que mejor lanzaron.
 Loa azules no le batearon a un Erlis Casanova que no llegaba a las 90 millas y casi todo era a base de rectas, ni tampoco a sus relevos.
 Alfonso “El librito” Urquiola, como de costumbre, hizo en esta serie los cambios necesarios (William Saavedra al cuarto turno, Osniel Madera por Luis Alberto Valdés) y las jugadas precisas. En el caso de Saavedra, muy loable la vergüenza, porque además de ser letal en cada desafío, jugó con molestias que le impedían correr en las bases.
 Lázaro Vargas es de las pocas personas que tropieza varias veces con la misma piedra. En la postemporada de hace dos años perdió varios juegos por poner a lanzadores inexpertos, y ahora en el sexto volvió a hacerlo cuando trajo a Yanier Valdés; no es lo mismo un juego 1x2, que era como estaba, que 1x6. Tenía a Pedro Durán, entre otros.
 En el quinto juego tampoco exprimieron a Yosvani Torres para sacarlo del box antes por cantidad de lanzamientos, y la alineación tampoco me convenció, quizás la del último juego era la verdadera de Industriales, con Alexander Malleta por Yasmani Tomás, que ha estado lesionado.
 Además, Vargas muy conservador con el toque de Raiko Olivares (de sus mejores bateadores) apenas en el segundo inning, y luego cuando tuvo una situación similar en el séptimo no lo hizo. En la segunda ocasión estaba debajo, pero primero hay que empatar y después ganar. Si a esto se le agregan los corridos desastrosos de los primeros episodios (no sé si inspiración personal u ordenados por el coach), poco se puede hacer. No importa si el árbitro cantó bien o no.
 En cuanto a la fabricación de carreras, mucho dejó que desear la nave azul, con el mayor por ciento de las carreras anotadas ya son con dos outs. Y 0, LEAN BIEN 0 fly de sacrificios, cuando sobraron las oportunidades. No por gusto dejaron ¡54! corredores en circulación, y esto no es responsabilidad del mentor.
 Si vamos a la velocidad en función de la ofensiva, Pinar respetó menos a Frank Camilo que Industriales a Lorenzo Quintana, con cuatro estafadas y un cogido para los azules y tres y tres los pinareños, que como se aprecia, lo intentaron tantas veces como los capitalinos.
 Independientemente de que los pitchers se descuiden, esto muestra muy poco respeto para el receptor que mejor controló el juego veloz de los rivales en toda la Serie, y demasiado para el rey de las estafas permitidas.
 En definitiva, ganó quien mejor hizo las cosas, quien más garra puso sobre el terreno, y quien, resumen, hizo lo que tenía que hacer desde todo punto de vista.

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