miércoles, 24 de abril de 2013

Yipsy, la justicia incompleta

Por  Lemay Padrón Oliveros

Hace unas semanas conocimos la noticia: la martillista cubana Yipsy Moreno mejorará sus vitrinas con la medalla de oro correspondiente al Campeonato Mundial de atletismo de Helsinki-2005, gracias al dopaje de la campeona entonces, la rusa Olga Kuzenkova.
Dicho así suena muy bonito, pero la realidad es que al menos yo no estoy satisfecho con la medida. Los lectores más o menos asiduos de estas páginas saben que prácticamente nunca arrojo dudas sobre la limpieza de este o aquel deportista, salvo que la evidencia lo indique, pero esta vez no estaría bien conmigo mismo si no lo digo: a Olga Kuzenkova debieron quitarle también el oro olímpico de Atenas-2004.
Claro, el Comité Olímpico Internacional (COI) ha reanalizado las pruebas y no ha encontrado anomalías, pero no me fío de eso, y no por falta de profesionalidad y mala intención de los laboratoristas, sino porque el flagelo del dopaje casi siempre va dos pasos por delante en esta batalla por la legalidad.
Por supuesto, dirán que no tengo suficientes elementos para afirmar que la Kuzenkova recurrió a la trampa para imponerse a Yipsy, y no les falta razón, pero analicemos esto: la europea estuvo fuera de las principales competiciones en los años previos, y de la noche a la mañana se apareció en la capital griega para destronar a la caribeña, que había ganado los títulos mundiales de Edmonton-2001 y París-2003.
Eso es poco probable, pero sucede. Lo que me parece inconcebible es que una atleta gane limpiamente el cetro más importante del deporte mundial, y luego recurra al dopaje para coronarse en el Mundial.
Si fue capaz de imponerse en el escenario más importante del planeta, ¿para qué recurrir a las sustancias prohibidas al año siguiente? Yo no sé a ustedes, pero a mí esto no me encaja para nada.
Por eso aprovecho esta tribuna para felicitar de todo corazón a la camagüeyana, que en todo momento demostró ser una competidora totalmente limpia, y así conquistó sus principales lauros, aunque el más importante de todos se lo quieran negar.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Ciento por ciento de acuerdo contigo,
Michel

lemay dijo...

Esto es en verdad muy raro, no entiendo cómo un laboratorio detectó dopaje en 2005 y no en 2004.