martes, 5 de marzo de 2013

No hay por qué excederse ante Japón

Por  Lemay Padrón Oliveros

Darién Núñez podría ser probado.
Obtenido ya el boleto para la segunda ronda del III Clásico Mundial de Béisbol, el debate ahora en Cuba es si la dirección del equipo debe poner toda la carne en el asador frente a Japón, también clasificado para la siguiente instancia.
 Me parece que tras el nocaut a China los bateadores han ganado gran confianza y ese momento debe aprovecharse, para ver si de una vez les quitamos el velo de invencibilidad a la nave nipona, pero sin mostrar todas nuestras armas.
 Si yo fuera Víctor Mesa (una frase que se repite hasta la saciedad en estos días), mantendría la alineación ofensiva empleada contra el equipo chino, pero no pondría en la lomita a ningún as.
Me gustaría probar por ejemplo a un zurdo, como Wilber Pérez, Norberto González o Darién Núñez, para ver cómo responde a la poderosa tanda de la mano equivocada de los japoneses, y también volver a darle la bola a los que no han estado del todo bien, desde Freddy Asiel Álvarez hasta Odrisamer Despaigne.
 De nada vale que demos una gran exhibición ahora, con supernocao incluido, si en la segunda ronda volvemos a tropezar con la misma piedra y perdemos “el bueno”, por eso preferiría enseñar menos en este duelo prácticamente intrascendente, sobre todo desde el montículo, más ahora que los asiáticos no se han mostrado muy bateadores.
 Con respecto a la ofensiva, llamó la atención el ascenso de José Miguel Fernández al tercer puesto de la alineación, relegando a Yuliesky Gourriel, quien sigue sin producir, sobre todo a la hora buena.
 Como para darle la razón a Víctor, y a muchos que pedíamos a gritos el cambio, el matancero pegó de 4-3 con dos impulsadas y cuatro anotadas, mientras que el espirituano solo conectó un imparable en cuatro oportunidades, ante el débil pitcheo del gigante asiático.
 Desde hace más de un año en estas mismas páginas hablábamos de subir a Frederich Cepeda al tercer turno y bajar al Yuly al sexto, para quitarle presión y dejarlo salir del bache internacional. Estadísticamente Gourriel no ha estado mal, pero sí deja bastante que desear cuando le toca impulsar la carrera necesaria, la del empate o la victoria, y en el tercer puesto son muchísimas las veces que le ha tocado.
 Por una razón o por otra, no acababa de moverse el orden al bate, y en un torneo corto no nos podemos dar el lujo de esperar eternamente por el despertar de un hombre tan importante como el tercer madero.

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