viernes, 28 de diciembre de 2012

2012 para desperezar al deporte cubano


Por Lemay Padrón Oliveros

Sumido en un letargo de varios años, el deporte cubano parece haber despertado finalmente de esa pesadilla de resultados por debajo de sus reales posibilidades en los principales certámenes multidisciplinarios del mundo.
Con sufrimiento se ganaron los Juegos Centroamericanos y del Caribe de Cartagena de Indias-2006 y los Panamericanos de Río de Janeiro-2007, además de firmar los peores Juegos Olímpicos en más de 30 años en Beijing-2008.
El nuevo ciclo mejoró con el triunfo claro en la cita continental de Guadalajara-2011 (no estuvimos en los Centroamericanos), pero la reunión cumbre sería la decisiva a la hora de sacar conclusiones. Afortunadamente Londres-2012 marcó una mejoría en cuanto a resultados, y aún cuando todavía no es para estar satisfechos, por lo menos abre esperanzas para el futuro.
Los cinco títulos alcanzados en la capital del Reino Unido, dos de ellos en boxeo, son un evidente signo de recuperación, todavía discreta pero palpable. No todo fue color de rosa en la justa estival, como ya se escribió en estas mismas páginas, pero hay razones para el optimismo.
Entrando en detalles, deporte por deporte, el boxeo fue sin dudas el más sobresaliente, con claras muestras del viraje anunciado en 2011 y concretado ahora, con el regreso al centro del podio luego de no pasar de los costados cuatro años atrás.
La gran sorpresa de la campaña fue el oro de Leuris Pupo, y el de Idalis Ortiz cerró otra sequía para el judo, ahora con un complemento mejor entre ambos sexos.
Otras disciplinas llamadas a aportar más, como el atletismo y la lucha, no lograron destacarse lo suficiente, y de eso también hablamos con anterioridad. Con letras rojas pueden colocarse también al ciclismo, el taekwondo y el canotaje, merecedores de mayor protagonismo en la temporada.
Por último, el otro deporte individual digno de ser reseñado es el ajedrez, con un desempeño aceptable en su evento cumbre: la Olimpiada, y la alegría de poder mantener a sus dos principales cartas por encima de la privilegiada marca de los dos mil 700 puntos de Elo.

DEPORTES COLECTIVOS: LA GRAN DEUDA

Pero a la hora de poner el dedo en la llaga este debe dirigirse primero que nada a los deportes colectivos, que por primera vez no lograron ni una sola clasificación para el certamen veraniego cuatrienal.
Quienes más cerca estuvieron fueron los voleibolistas, que más tarde levantaron la moral con un destacado tercer puesto en la Liga Mundial ante oponentes con protagonismo en agosto, pero ya después de haber perdido el pasaporte londinense.
Las chicas tampoco lograron el objetivo, aunque en su caso distan mucho del nivel que en alguna ocasión les hizo dignas del apelativo de Espectaculares Morenas del Caribe.
Nuestro deporte nacional, sin chances de acudir al llamado olímpico, logró recuperar el título en el torneo de Haarlem, pero luego no pudo salir airoso de una gira por Asia, donde enfrentó a quienes serán sus principales rivales en marzo, en el III Clásico Mundial.
El fútbol volvió a naufragar bien temprano en las eliminatorias mundialistas, y aunque acaba de festejar el trono en la Copa del Caribe, sigue aportando más decepciones que alegrías.
Igualmente con más penas que glorias sobreviven el balonmano, el baloncesto y el polo acuático, en algunos casos víctimas de la falta del necesario roce internacional para reinsertarse en la elite mundial.
Vale reseñar que en categorías inferiores, aquellas en las cuales se acudió a las principales convocatorias de la campaña para esas edades, los resultados no fueron malos, pero igualmente muchas disciplinas pasan por alto este peldaño, y luego se observan las nefastas consecuencias entre los mayores.
Han sido estas, someramente, las principales luces y sombras del deporte cubano en 2012, pues un análisis más profundo puede hacerse solamente modalidad por modalidad. Hay muchísimas cosas por mejorar, pero yo al menos estoy optimista con lo visto en estos últimos 12 meses en sentido global.

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