sábado, 15 de septiembre de 2012

Objetivo frustrado para el último Galáctico


Por Lemay Padrón Oliveros

El último de los futbolistas en activo de la Era Galáctica en el club español Real Madrid, el inglés David Beckham, vio fracasar su último gran objetivo deportivo: capitanear la escuadra británica en los Juegos Olímpicos de Londres-2012.
   Pero vayamos por partes, y primero es necesario aclarar el primer punto, lo de último Galáctico para el volante de 37 años, porque en esto hay al menos dos criterios.
   Existe uno, al cual nos adherimos personalmente, de que la verdadera Era Galáctica cerró en el orden de los traspasos con la llegada de Beckham en el año 2003.
   El centrocampista manchesterino llegó luego de las millonarias contrataciones del portugués Luis Figo (2000), el francés Zinedine Zidane (2001) y el brasileño Ronaldo Nazario de Lima (2002) en temporadas previas.
   Otra corriente suma a este período los arribos del inglés Michael Owen (2004) y el brasileño Robinho de Souza (2005), pero diversos motivos nos hacen deslindarlos del otro grupo; en primer lugar las cuestiones económicas.
   Tanto Figo, como Zidane y Ronaldo reventaron los mercados con sus contrataciones por valor de más de 40 millones de euros cada una, y también alta fue la de Beckham, conseguido del Manchester United por 25 millones.
   En cambio, Owen llegó por “solamente” 12, y Robinho por 30, aunque en el caso de este último lo ayudó su juventud, pues debutaba en Europa.
   Además, futbolísticamente, ninguno de estos dos últimos alcanzó la brillantez, continuidad y confianza de los otros en el once madridista entrenado por el actual seleccionador de España, Vicente del Bosque.
   Ni siquiera tuvieron el caché de otros integrantes de la plantilla no Galácticos como los españoles Raúl González e Iker Casillas, o el también auriverde Roberto Carlos, de ahí que no consideremos a ninguno de los dos, todavía en activo, como verdaderos Galácticos.
   Volviendo a Beckham, fue el único del selecto grupo que no ganó ningún título internacional en las filas blancas, y solamente festejó cetros de Liga, el último de ellos bajo la conducción del italiano Fabio Capello en la temporada de su adiós.
   Ese año el británico provocó la ira del técnico al firmar a mediados de campaña su marcha al conjunto Los Angeles Galaxy, de la Liga profesional estadounidense de fútbol, y Capello lo condenó al banquillo de suplentes.
   Sin embargo, el hijo ilustre de Manchester le dio una cachetada sin manos cuando cada vez que lo ponía en la alineación dejaba la camiseta en el terreno, lo cual le hizo ganarse la confianza del áspero DT para toda la vida.
   Incluso en el momento en que Capello asumió como seleccionador de Inglaterra, estuvo a punto de llevar a Beckham al Mundial de Suráfrica-2010 aunque ya el mediocampista no estaba en su mejor momento.
   Ahora resurge su nombre con el conjunto de Gran Bretaña a la cita estival londinense, y aunque su deseo está, no pocos obstáculos se le interponen.

UNA SELECCIÓN FICTICIA

Según la Federación Internacional de Fútbol (FIFA), en el archipiélago de la Gran Bretaña hay cuatro países: Inglaterra, Gales, Escocia e Irlanda del Norte, y como tal cada uno ha participado en al menos una Copa Mundial.
   Sin embargo, el Comité Olímpico Internacional (COI) se rige desde hace años por los países con status soberano y por eso todo este territorio compite como Gran Bretaña, bajo el cual dominó el más universal de los deportes en Londres-1908 y Estocolmo-1912.
   Gran Bretaña no existe en el fútbol, y por eso no asiste a Juegos Olímpicos desde Roma-1960, aunque siguió como equipo hasta 1972, pero ahora que retoman la sede no quieren dejar de participar en el deporte que más pasiones despierta en el país.
   Esto provocó muchas fricciones entre las Federaciones de las cuatro nacionalidades integrantes del Reino, quienes en principio temían perder su soberanía, pero la FIFA y el COI autorizaron la posibilidad de ver en Londres-2012 a un verdadero seleccionado nacional.
   Como parte de la preselección 184 futbolistas con representantes de cada región sobresalían Beckham y el galés Ryan Giggs, quienes ocuparían dos de las tres plazas destinadas a jugadores mayores de 23 años.
   En un principio se tentó también al entrenador del ManU, el escocés Sir Alex Ferguson, pero en definitiva fue el inglés Stuart Pearse quien tomó las decisiones en el fútbol olímpico.
   Liderar al equipo en los Juegos Olímpicos sería especial para cualquier jugador. Con fortuna, estaré presente, quiero ser parte del equipo británico, dijo Beckham por esos días.
   Mucha diplomacia se desplegó en los meses previos para poder llegar a un acuerdo definitivo, y en definitiva el combinado fue prácticamente con ingleses, bajo el nombre de Gran Bretaña
   Giggs logró colarse, pero el último Galáctico en activo no pudo cumplir su sueño de capitanear un equipo multinacional..porque ni siquiera estuvo en el plantel, y solamente le quedó el consuelo de portar la antorcha.

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