miércoles, 15 de junio de 2011

Barea ya tiene su anillo

Por Lemay Padrón Oliveros


Barea no olvidó a Puerto Rico y se enfundó la bandera.
El base puertorriqueño José Juan Barea cumplió el sueño de todo jugador que compite en la Asociación Nacional de Baloncesto de Estados Unidos (NBA): ganar un anillo de campeón.
Tomando en cuenta que lo consigue a los 26 años, para el boricua de apenas 1.83 metros de estatura llegó bastante temprano en comparación con su compañero Jason Kidd, quien acaba de obtener su primer campeonato a los 38 años.
Según los especialistas Barea, quien fue titular solamente en los tres últimos partidos, sacó a Miami Heat de sus casillas, obligando al director técnico Erik Spoelstra a hacer lo que odia: cambiar su alineación abridora.
Tras anotar 15 puntos en el duelo decisivo, se unió a Butch Lee (Los Ángeles Lakers en 1980) como los únicos jugadores boricuas en ganar un título de la NBA, pero solamente él lo logró como regular.
Con velocidad el caribeño logró romper las defensas rivales, penetrar entre todos los gigantes y tirar al aro con espacio, o darle un pase abierto a un compañero de equipo para que éste disparara solo desde afuera.
“Coqui” Barea, quien fue el abanderado de la delegación puertorriqueña en los Juegos Centroamericanos y del Caribe del 2010 en su ciudad natal de Mayagüez, contribuyó así al primer título de Dallas Mavericks en la historia y pudiera haber asegurado su futuro en el plantel, pues será agente libre próximamente.

REEDICIÓN DE LUJO

Dicen que segundas partes nunca fueron buenas, pero esta segunda versión del duelo final entre Mavericks y Heat superó a la primera, en la cual estos últimos se llevaron el gato al agua en 2006.
El triunfo definitivo de Dallas 105-95 frente a Miami logró los más altos índices de audiencia televisiva en 11 años para un sexto partido en la final de la NBA, pues fue seguido en 15,1 millones de hogares.
Buena parte de ese éxito se debe a las estrellas de ambos equipos, el alemán Dirk Nowitzki por el quinteto texano, y LeBron James por el de la Florida.
Ambos buscaban aquí el primer cetro de sus respectivas carreras, extendidas ya por más de una década, y en el caso del germano siempre con el mismo plantel.
El ala-pívot de 32 años, quien se llevó además el premio al Jugador Más Valioso de la serie por el campeonato, entró también en la leyenda, pues jugó con una dolencia en un dedo y hasta afiebrado.
Para el recuerdo también las remontadas de Dallas en el segundo, cuarto y quinto partidos de la serie, donde siempre Nowitzki fue protagonista y se quitó otra espina de 2006, al encestar 45 de 46 intentos de tiro libre.
En tanto, James, quien se mudó a Miami para buscar su anillo, no pudo festejar pese a haber sido siempre el líder anotador de un conjunto donde brillaba otra estrella como Dwayne Wade, y se sumaba además Chris Bosh.
Su llegada anunciaba el inicio de una dinastía, pero por el momento habrá que esperar en South Beach.

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